Es realmente difícil empezar a ser uno mismo cuando uno creció y vivió durante tantos años acostumbrado a que otros le digan que hacer con su vida. Es una sensación ambigua de hermosa libertad mezclada con un toque de incertidumbre. ¿Y ahora que hago? ¿Qué se supone que viene después de que uno entiende que todo lo que vino haciendo hasta ahora no son más que meros juegos,
" juegos sociales, científicos, artísticos, políticos" como describe Darío Lostado en el post que compartiré a continuación. Juegos, que uno no tiene por qué dejar de jugar, pero que ahora los juega con la conciencia real de que esos juegos no constituyen en lo más mínimo la finalidad última para la cual uno vino a este mundo. Hay algo más. Y uno lo sabe. Pero ¿qué es?.¿Cómo me encuentro con esa realidad real, verdaderamente real, si durante toda mi vida solo me he dedicado a recibir órdenes? Fuí eliminando una por una esas voces que me decían lo que tenía que hacer y cómo debía hacerlo. Ahora hay silencio. Y no es fácil, es algo nuevo, es desconocido, y desestabilizante. No es para cobardes. No es para impacientes. Esperar. Permanecer en total silencio hasta que surja desde muy adentro de uno una idea, una imágen, una "corazonada" que nos genere esa voluntad capaz de arrasar con todo para hacer alguna actividad que hasta ahora no habíamos hecho, probablemente ni siquiera sabíamos que eramos capaces de hacer. Como para mi lo es escribir estas palabras, o dedicarle dias enteros exclusivamente al armado de este Blog, el cual fué creado mientras padecía una conjuntivitis super molesta, y casi no podía permanecer con los ojos abiertos frente a la pantalla, pero las ideas surgían una a una, con tanta rapidez y fluidez, y con una certeza extraña de estar haciendo lo correcto. Sin esperar absolutamente nada a cambio. Ni siquiera que me sigan, o que me comenten las entradas. O incluso que estén de acuerdo con mis ideas. Haciéndolo porque sí. Con una voluntad que en estos días garantizo no haberla tenido absolutamente para nada más, una voluntad que años atrás solo encontraba en actividades musicales, algo confuso para mi, no estar teniendo tantas ganas para dedicarle a la música, o al baile, que han sido mis grandes pasiones durante años, para las cuales había estado esperando ansiosa el momento de "estar libre" y así darle rienda suelta a ambas. Por el contrario, en estos días solo tuve ganas de escribir esto. Y sencillamente, lo hice.